martes, 13 de septiembre de 2011

Encerrada.

Corres y corres y corres,Corres más deprisa,mucho más,como nunca.Tropiezas y chocas,te caes y te hieres las manos y las rodillas,te levantas inmediatamente,sigues corriendo.
-Por favor,por favor-sollozas-.Ayudadme.Por favor.Que alguien me ayude.
Estas aterrorizada por la posibilidad de tenerlos detrás,de que te persigan,de que se acerquen más a cada paso.La respiración irregular te retumba en los oídos,es ensordecedora,pero te los imaginas que los oyes detras de ti y corres aún más rápido.No te vuelves para comprobarlo,estás tan aterrada que no puedes hacer otra cosa que correr.A pesar del dolor en las piernas,te obligas a correr,te esfuerzas por no frenar,por no volverte,por no sucumbir a la histeria y dejarte caer al suelo.

Y esto es así.

Entre lo poco que sé de la vida, también te diré que nada de todo esto vale a pena sin alguien que te haga ser incoherente. Ni flores, ni velas, ni luz de luna. Ése es el verdadero romanticismo. Alguien que llegue, te empuje a hacer cosas de las que jamás te creíste capaz y que arrase de un plumazo con tus principios, tus valores, tus “yo nunca”, tus “yo qué va”. Ojalá ames mucho y muy bueno, incluso a riesgo de ser correspondido. Que te despojen de todo, que hagan jirones de tus ganas y que te veas obligado a remendarlas con el hilo de cualquier otra ilusión. Que desees y seas deseado, que se frustren todas tus esperanzas, y que acabes descubriendo que la única forma de recobrar el primer amor, que es el propio, es en brazos ajenos. Dos emociones inútiles asociadas al pasado, arrepentimiento y culpa, y una emoción inútil asociada al futuro, la preocupación. Cuanto antes te desprendas de las tres, antes empezarás a apreciar lo único que tienes.
Qué más. ah, sí. Sé que al menos un amigo te va a traicionar, otro será traicionado por ti, y que te pongas como te pongas, los que no hayas hecho antes de los treinta, ya jamás pasaran de buenos conocidos. Cuenta sólo con los tres principales, porque a partir de ahí, todo es mentira.
Para terminar, y hablando del tema, déjame que te presente a tu mejor enemigo. Se llama miedo. Quédate con su cara, porque va a estar jodiéndote de ahora en adelante. Miedo al fracaso. Miedo al qué dirán. Miedo a perder lo que tienes. Miedo a conseguirlo. Miedo a saber poco de la vida. Y miedo a tener razón.

William Shakespeare.

Tu dices que amas la lluvia,pero abres tu paraguas cuando llueve.Tu dices que amas el sol,pero encuentras una sombra cuando el sol brilla.Tu dices que amas el viento,pero cierras tus ventanas cuando el viento sopla.Por eso estoy asustado,porque dijiste que también me amabas a mi.
- William Shakespeare.

Sólo a una.

En este momento hay seis mil millones cuatrocientos setenta millones ochocientas dieciocho mil, seiscientas setenta y una personas en el mundo. Algunas corren asustadas. Otras vuelven a casa. Algunas dicen mentiras para llegar al final del día. Otras simplemente están enfrentándose a la verdad. Algunos son hombres malvados en guerra con los buenos. Y algunos son buenos, luchando con los malvados. Seis mil millones de personas en el mundo. Seis mil millones de almas. Y a veces, todo lo que necesitas es una.